Para tomar el camino a la derecha de la carretera que cruza el rio San Isidro
y que asciende inmediato atravesando el precioso bosque,
las hojas caídas durante el otoño hacen mas placentera la subida.
a medida que ascendemos las aguas se precipitan profundas .
mientras caminamos entre los musgos el camino desaparece entre las hojas caídas.
Saliendo de su espesura aparece radiante el sol
que recorrimos los últimos días del verano.
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